Uruguay se pasó a la norma Japonesa – Brasileña de TV digital

Finalmente, con un anuncio oficial del Canciller Uruguayo, Luis Almagro, este país cedió ante las sugerencias que el Mercosur le estaba reclamando para adoptar la norma de TV digital terrestre ISDB-T, también conocida como norma Japonesa-Brasileña.

Por decisión del anterior mandatario oriental, Tabaré Vazquez, el Uruguay había sido uno de los primeros países de la región en adoptar la norma para la digitalización del sistema de radiodifusión. Esa elección había recaído en el sistema DVB, europeo, que por entonces se presentaba como el más prometedor para América latina. Colombia también adoptó ese sistema.

Sin embargo, un hecho aleatorio, como fue la elección por parte de Brasil del sistema japonés, que entonces no se había expandido fuera de Asia, determinó que un verdadero “dominó” se produjera en la región. En efecto, luego de la elección del gigante del Mercosur, pocas alternativas existían para los países de menor volumen productivo, para integrarse a otros sistemas de TV digital, habida cuenta de las importantes inversiones que se deben realizar en ese proceso. Argentino dio el paso a continuación y así siguieron adoptando el sistema asiático, mejorado por Brasil. Venezuela, Ecuador, Perú, Chile, Bolivia y Paraguay, e incluso Costa Rica, adoptaron la nueva tecnología. En cada caso, las escalas que se van consiguiendo para el despliegue de cadenas productivas, tanto locales como integradas, para abastecer el mercado regional, han determinado que en pocos años, dentro del mapa mundial, el sistema Japonés, ahora es mayoritario en América del Sur. Eso no es poco, si se tiene en cuanta que la digitalización aparece como el mayor desafío de inversiones y paradigma estratégico en cuanto a radiodifusión para los próximos diez o quince años.

Es lógico que Uruguay, por su tamaño, debiera modificar la resolución adoptada hace algunos años y que aún no ha tenido gran implementación práctica y plegarse al Mercosur.

El caso de Colombia es distinto, pues puede adoptar la norma DVB dado que su propio mercado interno de unos 50.000.000 de habitantes, podrá ser abastecido por su propia industria local. Sin embargo se presenta como un raro caso de independencia, puesto que lo esperable quizás hubiera sido que se plegara a la región Norte de América.

Los países del Caribe, América del Norte y casi toda América Central, optaron por la norma Norteamericana, lo cual también es lógico, por la potencialidad y efecto arrastre que EEUU y Canadá tienen sobre México y la región, además están integrados en el NAFTA.

Creemos que la decisión de Uruguay es correcta, en el sentido de priorizar las integraciones regionales. También debe ser tomada como experiencia para el futuro, pues en un mundo interconectado, sólo aquellas decisiones estratégicas que favorezcan la expansión en sociedad pueden ser viables. Y más aún para los países pequeños o medianos. El riesgo es que los grandes, por caso Brasil, no tengan frenos en su expansión ni en sus decisiones. Aunque ese no es el caso en la actualidad.

El cooperativismo, debería analizar con detenimiento este caso de estudio sobre comportamiento estratégico, pues cotidianamente nos encontramos con opciones similares. Decidir aislados, o hacer el máximo esfuerzo por encontrar caminos comunes.

Rodolfo Santecchia