sábado, 14 de noviembre de 2009

Una mirada sobre la sustentabilidad de las radios


Así no hay quién viva: La radio argentina está al borde de la bancarrota


POR JORGE HÉCTOR SANTOS


La radiofonía argentina tiene acotada su supervivencia y como siempre si no se estudia una salida que permita lograr una solución justa la radio entrará masivamente en bancarrota. La situación a la radio que se ha llegado tiene distintos culpables, el 1ero. de ellos es el Estado Nacional y los sucesivos gobiernos que no han hecho nada para detener la clandestinidad.
Por el contrario, las radios clandestinas fueron fomentadas y amparada por los funcionarios del Poder Ejecutivo, del Comfer y la Secom.
Incluso esa proliferación de emisoras truchas han servido de fuente de corrupción para algunos de los funcionarios públicos que desempeñaron esas tareas. No es extraño esto último en un país donde los casos de corrupción pública son vastos y en todos los niveles.
Los otros culpables son los difusores privados que siempre pretendieron, más de palabra que de hecho, impedir esa clandestinidad pero en realidad terminaron canjeándola por situaciones de prebendas como conseguir la vista gorda del Estado por la falta de pago de deudas previsionales o fiscales; la extensión de alguna licencia; la vista gorda ante la falta de cumplimiento de los pliegos de licitación, etc.
Todo esto llegó a superpoblar el país de radios y donde no deberían haber más de aproximadamente 500 radios entre las AM y las FM en el país existen 5.000.
La economía argentina no puede darle vida a la existencia de esa cantidad de radios y, ni siquiera a las 500. La torta publicitaria es muy baja y en descenso.
¿Por qué en descenso? Porque la radio tiene nuevos competidores y fuerte como la TV abierta y cerrada con buenas marcas en la mañana que se llevan parte interesante de la masa de dinero que antes se destinaba a la radio.
Internet también crece y se inserta en los más jóvenes que cada vez utilizan menos la FM y, la publicidad también en pequeñas o medianas dosis va emigrando a la web.
Las radios tampoco se han adecuado a estos tiempos y pagan honorarios profesionales impagables para la situación presente del medio. La nueva tecnología necesita de menos mano de obra y las radios tampoco se han adecuado a ellas para no provocar una sangría de despidos con protestas y gran costo social.
Esta descripción de situaciones no aisladas sino todas juntas hacen que los dueños de ciertas radios se arrodillen ante el poder de turno para conseguir auxilios de más publicidad oficial y de pagos de parte de los sueldos a sus empleados (como lo ha podido investigar Urgente24) que limitan y condicionan la libertad de empresa y de prensa.
Este desmadre al gobierno nacional le conviene cuando como consta no quiere que los medios ejerzan su derecho a crítica consagrado por la Constitución sino que estén sometidos, amenazados, cercenados.
Con la nueva ley de servicios audiovisuales este panorama no va a mejorar sino que por el contrario va a empeorar.
Lo que la argentina tuvo y se aplica en el mundo, las cadenas de radio, son la solución para solucionar estos problemas. Pero, el gobierno con el consentimiento de muchos radiodifusores optó por el camino contrario. La radio fuerte no es negocio para K, la radio débil y en manos de amigos o testaferros es lo que adora y quiere.
La radio en la Argentina, por lo tanto, además de no ser negocio está en terapia intensiva.
¿Sobrevivirá y en qué condiciones quedará, si esto ocurre?

Apareció en http://www.urgente24.com/


Notas relacionadas en Mirada Cooperativa:

http://miradacooperativa.blogspot.com/2009/11/la-inversion-publicitaria-debe.html






Continuamos aportando elementos diversos para el análisis y profundización de las oportunidades y problemas que puede presentar el próximo mapa de los medios de comunicación en Argentina.

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