En el día de la Telecomunicaciones, destacamos un informe muy interesante (lamentablemente sólo en inglés), que aparece publicado en el sitio gubernamental estadounidense (Centro Nacional de Estadísticas de Salud -NCHS) y cuyo texto total se puede consultar en http://www.cdc.gov/
Según un estudio reciente realizado sobre 21.375 hogares escogidos estadísticamente en el país del norte (no según los parámetros del actual INDEC…), a finales de 2009, el 22,9 % de los adultos y el 25,9% de los niños menores de 18 años, viven en hogares donde no existe teléfono fijo, es decir, que cuentan sólo con celular. Y además, hay un 14,9 % de los hogares en donde si bien hay teléfono fijo, raramente se utiliza.
El porcentaje de los norteamericanos que viven en hogares donde no hay teléfono fijo, en el primer semestre de 2003, o sea sólo siete años antes de la estadística difundida, era de menos de 4 %, es decir que la primer década del siglo 21 ha sido nefasta para la penetración de la telefonía fija en dicho país, no sólo por el crecimiento de la cantidad de personas que hoy cuentan con celular, sino en cuanto a los hogares que han dejado de tener línea básica. Alrededor de 52 millones de personas viven en hogares donde sólo hay celular.
Si esa estadística, se transpola a la Argentina (y en general a toda la región latinoamericana), encontramos que en algún momento de los próximos años, inevitablemente al parecer, comenzará un proceso de desconexión de los hogares a las líneas de telefonía básica, en proporciones que aún no podemos precisar.
Es evidente que el futuro de las telecomunicaciones pasa por la capacidad de las empresas de brindar múltiples servicios, tanto a los hogares como a las personas, básicamente aquellos relacionados al acceso de prestaciones digitales basadas en IP.
Si bien, aquellos servicios basados en la radiodifusión, como puede ser la provisión de señales de TV, seguramente no serán desconectados sólo por la aparición de ofertas broadcaster digitales, también se verán resentidos y la base siempre será la misma: lo importante es el acceso abundante de capacidad digital en cada hogar (ancho de banda) y los contenidos y servicios que se puedan brindar, siempre basándose en aquellos que agreguen valor y mejoren la calidad de vida de las personas. Sólo las empresas de telecomunicaciones integradas, que resuelvan esta ecuación razonablemente, podrán seguir en carrera por muchos años.
¿Las cooperativas, lo están haciendo? Esa es la pregunta del millón y cada respuesta abre un interrogante aún no develado.
Rodolfo Santecchia
Hola, Buenos días: Somos de una Cooperativa pequeña del Sur de Santa Fe.... Bien lo dice la nota, desde el 2001 nuestro funcionamiento es casi imposible, por altos costos de mantenimiento.....Contamos con un servicio de Internet....podría haber sido nuestra salvación ya que el mismo es muy bueno......Pero siempre algún obstáculo para nosotros no hay posibilidades de conseguir ancho de banda.....Como vamos a poder funcionar??? es nuestro interrogante....Las cooperativas cubrimos las necesidades en poblaciones pequeñas como la nuestra, donde nadie va a realizar inversiones porque no hay mucho campo de desarrollo... A alguien le ha preocupado esta situación?.. A nosotros si, si cerramos las cooperativas telefónicas ¿quien cubrirá las necesidades básicas de DIEGO de ALVEAR?
ResponderEliminarSi encontramos la solución, serían beneficiadas muchas poblaciones como esta.-
Muchas gracias por la información que nos brinda en este espacio.-
Adriana Colaneri
Gerencia
Cooperativa de Electricidad, Servicios Públicos y Vivienda de Diego de Alvear
Muchas gracias Adriana por tu comentario, el caso de Diego de Alvear es el de muchas cooperativas (quizas la mayoría); pero la verdad es que no es imposible resolverlo. La clave está en una sólo palabra UNIDAD.
ResponderEliminarDesde allí, se puede soñar, volar, realizar... Todo es cuestión de seguir en el mismo camino. Hay que apoyar a las federaciones, pues a veces la dirigencia de ellas está un poco sola también.