Por Juan Bautista Torres López 11.06.2010
Osvaldo Nemirovsci, coordinador general del Consejo de Televisión Digital Terrestre Argentino
Sobre su escritorio no hay ni un recuerdo familiar, ni la taza del club Ferro Carril Oeste –que sí está en su biblioteca: antecedente de sus días en el barrio de Caballito, previos al exilio en Río Negro por la persecución política que sufrió en el ‘76- ni el rótulo que lo apunta como el coordinador general del Consejo de Televisión Digital Terrestre Argentino. En cambio, en este noveno piso de una oficina recién alquilada a YPF –porque en el Ministerio de Planificación, del cual depende el Consejo, ya no había más espacio- hay una foto de él, Osvaldo Nemirovsci, junto a Néstor Kirchner.
Fue designado por Julio De Vido –a quien conoce desde el ’99, tiempos en que acompañaban al ex presidente en su gestión como gobernador de Santa Cruz- para ser la cabeza de un ambicioso entramado creado por el decreto 1148 de agosto del año pasado y que componen todos los ministerios de la Nación y el jefe de Gabinete. Dicho decreto consolida la adopción de la norma japonesa y le da nacimiento al sistema argentino de televisión digital: una suerte de bandera que promete “democratizar la estética y abrir un nuevo mercado en base a contenidos audiovisuales, fabricación de componentes, infraestructura”, entre otros puntos que destaca Nemirovsci, que también es director del Sistema Nacional de Aeropuertos y fue diputado entre 2003 y 2007.
-Coincidimos en la militancia de los ‘70, estábamos en la misma estructura de la Juventud Universitaria Peronista, pero creo que no nos habremos cruzado mucho, sí comenzamos a conocernos empezando a reflexionar juntos cómo salir del menemismo desde el peronismo que nosotros entendíamos y en miras a ganar las elecciones, que originariamente, pensábamos para 2007. Después aceleramos los tiempos a 2003 y llegamos al gobierno.
-¿A quién se le ocurrió promover la idea de la TV digital?
-En primer término, fue de Cristina. Se habló mucho con Lula, porque en Brasil estaban implementando la norma. La propuesta fuerte fue de Cristina y de De Vido. Antes, cuando Guillermo Moreno era secretario de Comunicaciones, yo estaba en la Comisión de Selección de Norma y algo se había hablado. Pero la decisión de qué norma se toma es una decisión geopolítica, en principio. Después, es de validez técnica.
-La planta transmisora de la Ciudad de Buenos Aires y equipamiento para la televisión pública fue donado por Japón. ¿Cuánto se ahorró el Estado argentino y qué recibió a cambio el país asiático?
-La planta donada cuesta unos U$S5 millones. Me imagino que el tema de la norma le permite a ellos tener una presencia liderando el aspecto tecnológico y la posibilidad de que empresas japonesas mejoren alternativas de colocar productos en telefonía, receptores, transmisores, televisores. Es lo mismo que nosotros hacemos con la norma, pero en Sudáfrica: ¿Qué tenemos nosotros para impulsarla? en lo concreto nada, pero lo hacemos porque creemos que podemos tener buen mercado. En el mundo es muy común que los países que lideran tengan alternativas de esta naturaleza.
-En esto, Japón -potencia mundial- parece tener un beneficio más concreto que Argentina.
-El beneficio directo es la potencialidad en la venta de productos. Pero aclaro que nosotros no le compramos conversores a Japón: seguro que ellos, como parte de la “contraprestación” por la donación, esperaban venderle al Estado conversores, y no le compramos ni uno solo. Los presentaron, los vimos, pero ya teníamos fijado otra direccionalidad en función de precio, entrega y diseño nacional. También le pueden vender al mercado otros conversores, más allá de los 1,2 millones que el Estado repartirá de aquí a octubre. Lo que sí le compramos a empresas japonesas fueron transmisores.
-¿A quién?
-A NEC. Pero también le hemos comprado a otras empresas e industria local. El mercado de la televisión digital en Argentina debe rondar los 3 mil millones de pesos, con lo cual esa apertura para una donación de U$S5 millones…no está nada mal. Ellos vienen al mercado sin ninguna garantía, pero crean un negocio nuevo y eso lo veo viable, por si el tenor de la pregunta apunta a algún tipo de acuerdo. La donación les conviene a ellos pero también a nosotros.
-¿Por qué se cayó la compra de los conversores de Japón? En principio, se promovió que eran más baratos.
-Los transmisores NEC son buenos; los conversores son “ahí”, no tiene gran excelencia por sobre los que nosotros vimos. Compramos conversores de diseño, ingeniería y control de diseño nacional, que una parte la hicieron en China y otra íntegramente acá. Hicimos un proceso de concurso de precio con procedimiento administrativo que hizo el INVAP –una empresa que compite con Francia en reactores nucleares y le gana-. Del proceso al cual acudieron 6 empresas, quedaron tres y le compramos a esos tres –una UTE vinculada a ADIMRA; otra es Coradir-novatech y la tercera Cometrans-.
-¿Cuánto le cuestan los conversores al Estado?
-Son unos U$S150 millones en 1.180.000 conversores. Hasta el momento se lleva invertido en el proyecto unos U$S1321 millones, en 46 plantas transmisoras –para cubrir el 70% poblacional-, moduladores, antenas, mástil, estructura, construcción civil y los conversores.
Si bien la televisión digital es gratuita, siempre será necesario –además del televisor- un conversor y la antena correspondiente. El gobierno ya entrega por medio del Correo Argentino los aparatos a los sectores que consideran de más bajos recursos en base a una matriz que incluye jubilados de menor haber, personas mayores con pensiones retributivas y los anotados en el programa de Asignación Universal por Hijo.
“Si no alcanza con el millón 200 mil, se comprarán más conversores”, asegura Nemirovsci y agrega: “Hay que distinguir que hay 12 millones de televisores en el país, de los cuales 8 millones cuentan con cable o satélite. Nosotros trabajamos para los 4 millones restantes. Acá se culturizó a la gente para que supiera que el que quiere ver contenido audiovisual, lo debe pagar. El que no tiene $130 por mes, nosotros igual queremos que vea televisión”.
-¿Qué costos debe asumir el usuario?
-El Estado lo que hace es comprar 1,2 millones de conversores para que los sectores más humildes no se priven de ver la televisión digital. Nosotros digitalizamos la televisión en función de una decisión técnica: podríamos haber dejado que lo hiciera el mercado, pero hubieran tardado 40 años y la Argentina iba a quedar rezagada en lo que es tecnología. Lo iban a hacer los canales cuando vendan más publicidad que es lo único que les interesa, lo cual no está mal. Pensamos que puede haber un paquete de 35 señales para que la gente vea gratis.
-Usted sostuvo que la gente se acostumbró a que para ver contenidos audiovisuales, debe pagar. Es esperable que el plan oficial merme el negocio de los proveedores del cable. ¿Esto se encuadra en el enfrentamiento que sostienen los Kirchner con el grupo Clarín?
-Los medios, en su capacidad de reproducir simbología, han tenido un éxito tremendo, creando la idea de que hay “crispación” y ahora van a crear la idea de que esto forma parte de una pelea: nosotros digitalizamos la televisión argentina, como un paso necesario en la modernización que debe tener el medio más importante. Vamos a pasar de tener 43 señales abiertas desde el año ‘51 a tener más de 100. Le reconozco muchísimas cosas positivas. Negativas también hay: algunos conversores no funcionan y hay que cambiarlos, y lleva tiempo, pero tardaremos más: a nosotros no nos apura el mundial, como dicen algunos. Y en cuanto al enfrentamiento…Yo por lo menos no me peleo con nadie, no hacemos esto contra los cables.
Tampoco soy necio, hay una lógica de mercado: si mi vecino ve 30 señales gratis, a lo mejor yo dejo de pagar el cable. Pero bueno…¿A cuántos puede afectar esto? ¿De 8 millones serán 1 millón? En Brasil sólo el 10% de la población tiene cable, y viven bien. No tengo ninguna mala intención con los cables. En “el principal diario” andan diciendo que estamos armando algo con los cooperativistas para perjudicar al cable…una fantasía absoluta. Yo hago televisión digital, no soy anti-nada.
-¿Pero se está armando algo con los cooperativistas?
-Tenemos una vinculación muy fuerte con ellos desde siempre, y muchos de ellos están preocupados como los proveedores de cable, pero lo que menos queremos es que se perjudiquen. Pero sí, estamos en diálogo aunque no hay acuerdo de nada. Hay cooperativas que seguro serán proveedoras de contenido.
-En concreto, ¿Cuánta gente está accediendo a la TV digital?
-Algo más del 30% -que es el primer cordón del conurbano y Capital, 12 millones de personas- de la población está en condiciones potenciales de ver en poco tiempo en digital. En otras zonas también se ve: todavía estamos en proceso de selección de las antenas, porque se usan unas pequeñas antenas con un alcance no mayor a los 60 km. Queremos llegar al 93% de cobertura el año que viene. Para agosto tenemos que estar llegando a Rosario, Campana, San Nicolás, y por octubre la idea es estar en Córdoba, Santiago del Estero, Tucumán, San Juan, Chaco, Corrientes, Santa Cruz. Pero el que todavía no tiene, debe esperar.
Fuente contenido y fotos: La política On Line
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