“La Corte Suprema de Justicia debe expedirse en breve sobre el recurso extraordinario presentado por el Ejecutivo para destrabar la aplicación de la Ley de Servicios Audiovisuales. Teniendo en cuenta el poco sustento de las medidas judiciales que han frenado su aplicación, es muy probable que el tribunal supremo se pronuncie a favor de la aplicación de la ley. Y como hoy honramos a los trabajadores y trabajadoras de la comunicación, quisiera hacer algunas reflexiones sobre el oficio, sobre la ley de servicios audiovisuales y sobre los medios de comunicación.
Soy comunicadora social. Conozco el oficio del periodismo: en Córdoba hice radio, tele, gráfica y cine documental. Amo desarrollar herramientas que potencien las ideas en las que creo, y que me permitan interactuar con el pueblo al que aspiro a representar. Ya en mis tiempos de estudiante veíamos que el verso de la objetividad en los medios no existe y que lo que hay son, sencillamente, intereses. También veíamos la necesidad de impulsar una nueva ley de radiodifusión que enterrara la vieja ley de la dictadura y que fuera acorde a la flamante democracia.
Tuve el orgullo de plantar esa bandera, que había ondeado tanto en mi época de estudiante, como en mi trabajo y mi militancia, en la Cámara de Diputados del Congreso de la Nación. Si bien con el apoyo incondicional de la Coalición por una Radiodifusión Democrática, el comienzo de esa batalla nos encontró a muy pocos legisladores y legisladoras dispuestos a darla. Me tocó incluso contemplar atónita cómo el gobierno le extendía la licencia a todos los canales de aire. Más tarde los Kirchner decidieron que Clarín no era el monopolio mediático más funcional a sus necesidades, y bajo el paraguas de su enfrentamiento con el grupo logramos colar, ahora sí con fuerza, una ley extraordinaria, fruto del trabajo de miles y miles de personas y horas de militancia y amor al oficio de periodismo.
Pero algo pasó en el camino: recuerdo al final de la votación en senadores, esa madrugada en que se sancionó la ley, a altos funcionarios agitando un ejemplar de Clarín y aullando “¡ganamos! ¡ganamos!”. Quiero decir algo: ese nunca fue el propósito. No creo, mi Movimiento no cree en la lógica de todo o nada, porque todo no existe, y por esa arrogante pretensión muchas veces nos quedamos con nada. La ley de Servicios Audiovisuales debe garantizar la pluralidad de voces. Esa es la pelea que dimos, la pelea que ganamos. Bajo ningún punto de vista la ley debe servir para que se reemplace a un monopolio por otros grupos amigos vinculados y afines al gobierno de turno.No vamos a permitir que se deshonre a esa ley, obtenida con tanto sacrificio, y que sea manoseada y bastardeada por personajes nefastos que no solo no creen en ella sino que además pretenden utilizarla para sus propios intereses, que son y serán los mismos de los sectores dominantes en este país: los intereses económicos al beneficio de unos pocos.
En el día del y de la periodista, manifestamos todo nuestro cariño a los trabajadores y trabajadoras que con honestidad hacen de la comunicación un servicio para el conjunto del pueblo, a través de la búsqueda de la participación de ciudadana, de la investigación rigurosa y, en última instancia, de la verdad sin importar las consecuencias. Con todo lo que eso implica.”
publicado contenido y foto en: Noticias del Congreso de la Nación
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