_ ¿Cómo se describe, en términos generales, la actual Ley de Entidades Financieras?
_ El 2 de abril de 1976, pocos días después del Golpe de Estado, el entonces Ministro José Alfredo Martínez de Hoz, anunció los lineamientos de un plan económico que venía a transformar la República Argentina. Y ente otras cosas, anunciaba la finalización de la intervención estatista en la economía, que no era otra cosa que la puesta en marcha de lo que conocemos y que tenía como ecuación: Estado mínimo, Mercado absoluto. Los resultados los sufrimos años posteriores y todavía recibimos los coletazos de aquel entonces.
La Ley y los paquetes de leyes que se fueron instalando, hicieron un andamiaje jurídico legal para sostener este modelo de concentración de la riqueza, exclusión social, subordinación a intereses extranjeros y un condicionamiento a las órdenes del Fondo Monetario Internacional y otros organismos extranjeros. La Ley de Entidades Financieras fue clave en ese andamiaje y apuntó a privilegiar el negocio bancario por encima de las necesidades de financiamiento de vastos sectores de la sociedad. La filosofía de la Ley, vigente aún después de 26 años de democracia, está centrada en el negocio de los banqueros y en la actividad de la actividad financiera casi como un fin en sí mismo y no como un factor clave para el financiamiento y acompañamiento, a través de la canalización adecuada de los ahorros nacionales, para el desarrollo de la pequeña y mediana empresa, sectores profesiones y otros conjuntos sociales que generan mayor empleo, riqueza y cadenas de valor que aseguran un mercado interno que a su vez sea parte de un proyecto de país que permita crecimiento económico con justicia asocial.
_ El diputado Carlos Heller, referente de su espacio, es quien más ha insistido con la necesidad del cambio de la Ley. ¿En qué se basa el proyecto que están elaborando?
_ Nosotros estamos impulsando una reforma profunda de la Ley, que tiene como filosofía hacer del sistema financiero un servicio de interés público. Que permita la bancarización de la población económicamente activa y que permita financiar en condiciones adecuadas todas las actividades económicas que se desarrollen en las economías regionales y en las micro, pequeña y mediana empresa. No sólo supone un cambio de filosofía, sino también una adecuada regulación de la actividad por parte de la autoridad. Y por eso esto también tiene que ir acompañado por una reforma de la Carta Orgánica del BCRA, que tiene que tener su cuota de autonomía, pero que no tiene que ser autista, su única razón de ser no puede ser únicamente velar por el valor de la moneda, sino también contribuir, mediante regulaciones adecuadas, para poner a las finanzas al servicio de la sociedad. Esto es lo esencial de la filosofía del proyecto, que tiene como referencia experiencias de otros países. Hay que rediseñar el sistema financiero. El año pasado, los bancos ganaron más de $8000 millones. Como contrapartida, hemos constatado la falta de asistencia financiera a un segmento muy importante de la sociedad, sobre todo la actividad empresaria productiva, las Pymes concretamente.
SIN ESTADO O CON ESTADO
_ En términos generales, la Ley permite, entre otras cosas, que los bancos tengan la ganancia que ya ha señalado usted y que los intereses de los préstamos que hoy se toman estén desregulados, fundamentalmente por ausencia de la intervención del Estado.
_ La Ley actual le resta atribuciones al Estado para fijar regulaciones que fijen orientaciones de créditos y las tasas. Por eso entendemos que hace falta regulación. Fijensé ustedes lo que ha pasado en Estados Unidos con el estallido de la burbuja financiera, o lo que está pasando en España, donde el 20% de la población está bajo la línea de pobreza. Y eso es por falta de regulación, hace falta la presencia activa del Estado. Y por eso hay que desarticular el andamiaje jurídico que está inspirado en la filosofía del Estado mínimo y el Mercado absoluto. La Ley actual tiene esa concepción. Y necesitamos que el Estado juegue un papel activo en la economía y en la actividad financiera. Tiene que haber un marco legal y tienen que estar los instrumentos. Uno de los instrumentos es el BCRA, que no puede estar al margen de la política económica, porque eso es como atarle los brazos en la espalda al Poder Ejecutivo para la implementación de políticas. Eso es lo que hay que modificar.
_ Siempre se ha dicho que las más pesadas herencias actuales en materia legal son la Ley de Radiodifusión y la de Entidades Financieras. De la primera sabíamos porqué no se modificaba. De esta, si hubiera que enumerar los motivos por los cuales sigue, ¿cuáles serían?
_ Llegamos a los 200 años de existencia de la República y en nuestro país seguimos sin tener un único proyecto de país. Hay quienes piensan en un proyecto de país para pocos y quienes pensamos en un proyecto de país para todos, para las grande mayorías. Y en función de ese deseo de país, luego vienen las leyes y otras herramientas para sostener uno y otro modelo. ¿Cómo se dirime esa dicotomía, ese conflicto de intereses? En política siempre se resuelve por una relación de fuerzas. Sino fue posible modificar la Ley de Entidades Financieras todo estos años, fue por que pesó la concepción de sectores del privilegio que han gravitado para que esto no se pueda tocar, porque han apostado al país de la concentración económica y la exclusión social, como lo hemos visto durante la dictadura y puntualmente en la década del 90’. Yo creo que es trasladable la experiencia sobre el debate de la Ley de Radiodifusión. Los sectores que se opusieron a ella son los sectores oligopólicos o monopólicos que tienen la hegemonía de la comunicación. Y en el caso de la Ley que regula la actividad financiera, son los grandes grupos económicos entrelazados con los intereses de los grandes sectores financieros, nacionales e internacionales. Recodemos que durante muchos años la política económica de nuestro país estuvo condicionada por la subordinación y el endeudamiento externo con el BM y el FMI. Recordemos que tradicionalmente los ministros de economía iban a Washington a pedir el libreto. Todo eso ha gravitando para la que la Ley siguiera como estuvo. En los 80’ no se pudo avanzar porque pesaron más las concepciones, que son reflejo de los intereses. Y en la década siguiente tampoco se pudo avanzar.
_ ¿Y hoy?
_ Hoy creemos que estamos en condiciones porque está fuertemente en debate el modelo de país que vamos a construir de acá al futuro. Hubo decisión política del Poder Ejecutivo para someter a debate una nueva Ley de Medios. Y esperamos que pase lo mismo con una nueva Ley de Entidades Financieras. Nosotros ya tenemos un proyecto para presentar al debate.
K O NO K
_ Se podría argumentar que la Ley de Medios se llevó adelante por la pelea del gobierno con Clarín. ¿Se va a precisar otra pelea para esta Ley salga adelante?
_ Creo que, para sostener con una decisión política fuerte, el proyecto de Ley que modifique el sistema financiero, inevitablemente, va a generar roces con los que vean vulnerados sus intereses. Si decimos que el año pasado el sistema financiera ganó más de $8 mil millones, un sistema financiero diferente, que apunte a priorizar el servicio a sus clientes y no el negocio, dará como resultado que algunas entidades que ganaron fortuna, ganarán menos en beneficio de la actividad productiva. Y seguramente encontrarán en el parlamento oídos y corazones sensibles a sus demandas. No necesariamente hay que encontrar un enemigo, pero que estos intereses van a expresar su disconformidad, no me cabe duda.
_ Se viene otra difícil.
_ Se viene otra difícil. Si uno toma en cuenta los reclamos de la Asociación Empresaria Argentina, que sería algo así como la crema de la crema del empresariado concentrado, los que fijan precios, los que en las pujas distributivas se quieren quedar con los aumentos salariales de los trabajadores, los que hablan de la hecatombe inflacionaria a causa de los reclamos salariales, esos sectores van a poner obstáculos. Y estos sectores tienen como aliados o como parte de sus grupos a los medios concentrados y tienen expresiones políticas que responden a esos intereses. Lo que hace pensar que un proyecto que recorte privilegios, inevitablemente va a producir tensiones. Frente a eso, creemos que lo que hay que hacer es acumular fuerza, voluntades, capacidad de incidencia, para que las relaciones de fuerza favorables a un proyecto de esta naturaleza permitan llevarlo a la práctica. Obstáculos no van a faltar. No es que seamos agoreros, pero en Argentina coexisten estas dos visiones y el sector que ha sido privilegiado, lo va a querer sostener. La forma en la que se resuelve la gestión será mediante el logro de una relación de fuerzas que permita afirmar esta postura.
_ Heller, quien llevará a Diputados el proyecto, tiene directa vinculación con el Ejecutivo.
_ Tiene buena comunicación con el Ejecutivo, sin prejuicio de que también hay matices de diferencia.
_ Bien, pero Kirchner en su discurso es más ambivalente. En algunas reuniones con empresarios ha dicho que aún no es el momento de modificar la Ley. ¿Saben ustedes en definitiva, cuál es la posición del oficialismo?
_ Hay que aclarar que Heller no forma parte del gobierno, el Partido Solidario tiene una postura de autonomía y no confrontativa con el gobierno. Dejó en claro que hay que trabajar por todo lo que se hizo bien y todo lo que falta. Hay coincidencias con cuestiones de fondo. Obviamente no hay que ser ingenuo y saber que para que esto prospere tiene que haber un amplio sector del Parlamento que lo acompañe. Y ese amplio sector hoy está en el campo del oficialismo y algunos otros posibles aliados. Se trata de construir coincidencias y sumar y restar determinados elementos para que sea acompañado por la más amplia mayoría. Puede ser que el Ejecutivo o Kirchner considere que no es el momento oportuno.
_ ¿Lo consideran así?
_ No lo puedo afirmar, no se lo podría decir. Los discursos del ex presidente no han hecho referencia directa a este tema. Pero la nuestra es una vocación de diálogo.
_ ¿Diálogo en el que van a buscar a la llamada centro izquierda opositora, encabezada por Pino Solanas?
_ Hay vocación de sumar y multiplicar. Hay que tratar de que estas ideas sean respaldas por la mayor cantidad de sectores posibles. Cuando esté listo, habrá que someterlo a la consideración de otros sectores que, deseamos, puedan acompañar. Y en lo que hoy se llama la centroizquierda, aspiramos a tener apoyos en un sentido amplio. Además, a la Argentina le va a ir muy mal sino logramos la unidad de los sectores que queremos un país mejor. Esa fragmentación y cierto canibalismo dentro del espacio que se supone que debe tener coincidencias para mejorar el país, termina favoreciendo el acceso de la derecha y el retroceso de todo lo que se ha podido lograr en estos años.
Fuente: www.maticesweb.com
Nota de MIRADA COOPERATIVA:
Encontramos este reportaje en la revista Matices, cuyos 32.000 ejemplares se distribuyen en la zona Norte de la ciudad de Córdoba.
Nos pareció que publicar un reportaje completo de quien hoy es el Presidente de Cooperar en representación del Instituto Movilizador de Fondos Cooperativos, es un tema que debe interesar a todos los miembros del Movimiento Cooperativo que siguen nuestra página.
Además, la mencionada revista, al margen de cualquier orientación ideológica, es de alta titada, pero no llega más allá de la ciudad de Córdoba y las opiniones de Edgardo Form, publicadas en un medio de prensa no cooperativo y que tampoco es un house organ permiten adentrarse mejor en las opiniones políticas del Presidente de la confederación.
Por otra parte, el cooperativismo necesita la creación de medios que difundan noticias y opiniones relacionadas, como manera de construir una auténtica red autónoma de información.
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