miércoles, 3 de marzo de 2010

Boicot a la compra de carne: la fuerza de los consumidores

Por Héctor Polino(*)


A raíz de los aumentos de precios de la carne vacuna, registrados en el mes de diciembre del año anterior, y los primeros 45 días del año actual, Consumidores Libres, entidad que funde hace 18 años, y que integro, convocó a un boicot durante una semana, a partir del 15 de febrero pasado.

La colaboración de los medios de prensa de todo el país, tanto radial, escrita y televisiva fue fundamental, y el acompañamiento de los consumidores superó los cálculos más optimistas.

No existe en nuestro país la práctica frecuente del boicot a la compra de bienes de la canasta básica de alimentos, o al uso de los servicios públicos esenciales, cuando los precios o tarifas aumentan exageradamente.

Hace poco más de un año se llevó a cabo un boicot a la compra de tomates, a raíz de un fuerte aumento de precios del 200%, con total éxito.

Pero el tomate no tiene la misma significación que la carne vacuna en la alimentación del pueblo.

Basta señalar que La Argentina tiene el consumo de carne vacuna más alto del mundo: 70 kg., por habitante y por año. Le sigue los Estados Unidos de América con 45 kg., y en tercer lugar Alemania con 30 kg.

En Argentina vive el 0,6% de la población mundial. En cambio, se consume el 5% de la carne vacuna de todo el planeta.

No obstante esas diferencias en cuanto a la importancia en la dieta cotidiana, nos animamos a convocar al boicot a la compra de carne vacuna, logrando tres resultados importantes: a) se frenaron los aumentos que se venían produciendo todos los días durante dos meses y medio; b) se produjo una reducción de precios que oscilan entre el 10 y el 25% según las zonas; c) la venta de carne disminuyó hasta un 40%.

La menor oferta de vacunas y la caída del consumo de carne está afectando los niveles de actividad en la industria frigorífica. Miguel Schiariti, de CICCRA, estimó una caída de faena de 40%, mientras que las cámaras de Córdoba hablan del 20%. – (Clarín 26-2-2010). –

El lunes 1º de marzo el “Cronista.com”, publico la encuesta del día:
Tras el fuerte aumento en el precio de la carne ¿Qué actitud adoptó?
• Dejé de comprar carne vacuna 53.13%
• Sustituí la carne vacuna por otro tipo, como cerdo o pescado 21.79%
• No modifiqué mi consumo de carne vacuna 25.08%
A raíz de esos éxitos, Consumidores Libres prolongó el boicot una semana más, hasta el 26 de febrero último con el propósito de consolidar los resultados.

Por supuesto que esta medida no está dirigida contra el carnicero de barrio, porque no es el culpable de los aumentos, al no ser formador de precios y aunque se vea momentáneamente perjudicado – el boicot apunta a los eslabones anteriores de la cadena de precios.

Son las autoridades nacionales las que disponen de la información adecuada para detectar en que eslabón de la cadena se está produciendo una distorsión especulativa de los precios. Además, dispone de los instrumentos legales para restablecer la normalidad. Entre otras leyes están: la ley de Defensa del Consumidor; de la ley de Lealtad Comercial; de la ley de Defensa de la Competencia o ley antimonopolio; la ley de Emergencia Económica, etc.

También tenemos que señalar que la política errática del gobierno nacional con el sector agropecuario condujo a una importante liquidación de vientres, y a una peligrosa ampliación de las áreas sojeras. Las sequías prolongadas en vasta zonas, y las inundaciones en otras áreas, agravaron el problema. La oferta de ganado no sólo no acompañó al aumento de la demanda, sino que además se redujo notablemente el número de cabezas.

Ante esta situación, y la liviandad del Ministro de Economía Amado Boudou que caracterizó a los aumentos “Como un reacomodamiento de los precios relativos”, a los consumidores no nos quedó otra alternativa que la convocatoria al boicot. En es sentido hemos seguido el camino elegido por los consumidores de los países europeos, y a otras regiones del mundo, que apelan al boicot con bastante frecuencia y muchísimo éxito. Por ejemplo, el año pasado los italianos boicotearon el consumo de pastas.

Los consumidores argentinos ante el comienzo de un nuevo y peligroso proceso inflacionario, vamos a tener que utilizar muy a menudo esta metodología,
Para poder acceder al consumo de bienes y servicios al precio justo.

Para ello, hay que superar nuestro individualismo actuando de manera solidaria, pacífica, coordinada, que nos permita ir desarrollando una nueva conciencia y cultura ciudadana más participativa y comprometida con los destino del país.

De la misma manera que los que los productores agropecuarios en defensa de sus intereses, realizaron tractorazos, movilizaciones, asambleas, actos públicos y corte de rutas; así como los trabajadores del sector público y privado en relación de dependencia, llevan a cabo paros, huelgas, etc.; y los trabajadores desocupados, cortan puentes y acampan en la vía pública; los consumidores tenemos que acentuar a política del boicot, para que el derecho a una alimentación saludable, digna no sea ejercida sólo por pocos.





MIRADA COOPERATIVA aclara que Consumidores Libres es una cooperativa de consumidores, probablemente la única que existe en el mundo y es una demostración de cómo la inventiva del sector solidario argentino puede crear instrumentos de defensa aptos, basados en la doctrina que nos une.


Rodolfo Santecchia


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