miércoles, 3 de marzo de 2010

La cadena nacional con poca audiencia

El primero de marzo pasado, cuando la Presidenta de la Nación inauguró las sesiones ordinarias del Congreso, su discurso fue transmitido por cadena nacional, es decir que todos los canales y estaciones de radio y TV lo emitieron en vivo y en simultáneo.
Es lógico que ello sea así, pues es el acto institucional más importante del año. A veces se abusa de ese recurso de transmisión “sin competencia” para otros acontecimiento de menor importancia; pero eso es otro tema.
Según las cifras de medición de audiencia de IBOPE, para los cinco canales abiertos de Capital Federal, la audiencia de personas totales que siguieron ese discurso fue de 516.900 que se desagregan en el cuadro 1.
Si bien la cifra puede parecer muy importante, como siempre pasa, los números en general no son absolutos, sino que interactúan con otros, lo cual finalmente entrega su valor real. Eso es lo que hicimos procurando establecer cuál es el verdadero interés de los ciudadanos, medido en audiencia, sobre el discurso presidencial más importante del año.
Y allí es cuando encontramos algunas sorpresas. Por ejemplo, el discurso de Cristina Fernández de Kirchner, en ese día, ocupó el 10º puesto en América, el 3º en Canal 7 la Televisión Pública, el 13º en Canal 9, el 14º en Telefe y el 12º en Canal 13. Eso indica que en todos los canales, incluso el oficial, hubo otras ofertas más atractivas para los ciudadanos. (Cuadro 2)
Pero además, ese mismo día, Telenoche, Alguien que me quiera, Policías en acción, Telefé Noticias, 3,2,1 a ganar, Botineras y Ricardo Arjona consiguieron individualmente más personas espectadoras que los cinco canales en la cadena nacional.
Se puede pensar que el horario de emisión no ayudó a “conseguir buen rating”, algo que puede ser cierto a medias. Por eso investigamos la audiencia total medida en individuos que los cinco canales capitalinos juntaron el día posterior, a la hora en que el primero de marzo se emitió el acto en el Congreso. Y allí nos encontramos con otra sorpresa: El 2 de marzo, hubo un 46 % más de audiencia a la misma hora. Hubo 755.400 hogares viendo TV frente a los 516.900. Hasta en la Televisión Pública Cocineros argentinos sumó 69.000 hogares frente a los 54.200 del día anterior. En el gráfico 3 se puede ver esto que se comenta.
Quizás la abulia de los ciudadanos se hubiera transformado en una baja de encendido durante toda la mañana el primero de marzo, por tanto investigamos que pasó inmediatamente después de la cadena nacional en todos y cada uno de los canales. (Ver gráfico 4)
Y allí nos sorprendió que en casi todas las emisoras, desde el minuto posterior a la finalización de la emisión simultánea, la audiencia trepara muchísimo, hasta alcanzar los 969.000 hogares, esto es un 87,4 por ciento más que durante el discurso presidencial. La excepción fue la Televisión Pública, donde Visión 7 bajó con respecto al momento anterior.
Este análisis, con seguridad podría hacerse mucho más fino, con las planillas de emisión minuto a minuto, que no dispongo; pero probablemente la tesis expuesta no variaría demasiado y casi con seguridad sería consolidada.
¿Qué nos pasa a los argentinos que seguir en directo el discurso más importante del año de la Primer Mandataria nos importa tan poco?
¿Sirve la cadena nacional para transmitir los actos de gobierno, o los ciudadanos lo vemos como una invasión a nuestro derecho a la elección y le damos la espalda en consecuencia?
¿Cuánta sordera hay a nivel gubernamental, en entender los intereses de los ciudadanos que hasta El zorro duplique al día siguiente en Canal 13, la audiencia del canal que más espectadores aportó a la Presidenta?
Son demasiadas preguntas. Y debe haber muchas más con seguridad. Pero como siempre, El Soberano tiene la palabra. A veces habla en las urnas, a veces con el control remoto.
¿Ese será el país real o el virtual?



Rodolfo Santecchia

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