lunes, 15 de marzo de 2010
Fútbol para Todos en crisis: no saben si seguirá estatal o privado
Desde hace dos fechas, el único patrocinador no estatal es Iveco, sponsor oficial del torneo Clausura. El Gobierno podría mantener sólo la pauta oficial, pero renunciaría a financiar el deporte, como se lo propuso
Por Sebastian Iñurrieta
El Fútbol para todos puso al Gobierno en una encrucijada. En estos momentos, el kirchnerismo está decidiendo si pensar el deporte nacional como un negocio o usufructuarlo políticamente. Mientras lo evalúa, por expresa orden de la Jefatura de Gabinete, desde hace dos fechas los anunciantes privados quedaron fuera de la pantalla; con la única excepción de Iveco, el sponsor oficial del torneo Clausura.
“Estamos repensando la contratación de pauta”, confió un funcionario que integra el Comité de Futbol para todos, el organismo encargado, entre otras tareas, de volver redituable el contrato de $ 600 millones con la AFA. Durante el período de evaluación, la pauta privada fue suspendida. Por eso, el porcentaje de ingresos por avisos de empresas emitidos durante las transmisiones pasó de 38% en la primera fecha a 8%, en la octava, según un reporte de Havas Media.
Consciente de su hasta ahora pésimo desempeño en volver rentable el fútbol, el Gobierno lanzó dos licitaciones efectivas desde el próximo torneo Apertura hasta el Clausura 2014, cuando se termine el contrato con la AFA. Uno de los llamados convoca a las empresas que quieran comercializar los partidos por Internet y a través de los celulares en todo el país. Y el otro, para quienes quieran vender los derechos televisivos del fútbol argentino para el exterior.
Esta segunda licitación puede acarrear un nuevo conflicto con Torneos y Competencias, anterior socio de la AFA, que mantiene el contrato de comercialización del deporte nacional en el exterior. Fuera de la Argentina, el Fútbol para Todos se ve gracias a TyC; por Fox Sports y TyC Sports en América y a través de la empresa española Mediapro en el resto del mundo. El Gobierno intentó, sin éxito, venderlos, pero los US$ 25 millones que pedían, según se afirma en el mercado, estaban muy por encima del US$ 1,5 millón que Mediapro le paga anualmente a TyC.
Dos modelos. Frente al panorama actual, el Gobierno estaría evaluando dos alternativas que representan pasar de un extremo al otro: ceder la comercialización del fútbol dentro del país a un tercero, que podría ser vista como una reprivatización, u olvidarse del aporte privado.
“Estamos viendo los costos y los beneficios de la publicidad privada, tal vez es algo que distorsiona el producto”, opinó una fuente cercana a quienes decidirán el futuro del fútbol gratis.
“Si piden por los derechos los $ 600 millones anuales que paga el Estado nadie agarra, no habría ningún margen de ganancia”, reflexionan en el mercado. Y si la licitación no llega a ese margen, el fútbol seguiría siendo deficitario.
El otro camino que evalúa la cartera de Aníbal Fernández es el opuesto: subsidiar el fútbol gratuito. Pero sin ganancias, no se cumplirían los deseos que la presidenta Cristina Kirchner expresó cuando anunció la firma del contrato el año pasado: que los excedentes por la venta del fútbol alcanzarían para financiar al deporte olímpico.
La encrucijada desvela al Gobierno. Y pensar que la “pasión de multitudes” pueda canalizar el discurso oficial parecer ser una tentación muy grande, y más en la antesala de un año electoral.
Publicado en: Diario perfil
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