lunes, 15 de marzo de 2010

La Cooperativa Popular de Electricidad de Santa Rosa afirma que “tiene claros indicios” de la existencia de coimas

Desde la sanción de la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual, la Cooperativa Popular de Electicidad y el Grupo Clarín no disimulan su batalla por el mercado. Según el presidente del Consejo de Administración, los grandes grupos ponen palos en la rueda de la entidad solidaria. Nocetti sospecha que pueden existir sobornos.
“Las cooperativas no tienen fines de lucro y operan con una ética que considera a las coimas como una práctica despreciable. Y sacamos este tema a la consideración de nuestros socios porque el soborno es un recurso del cual tenemos claros indicios cuando tenemos que competir con grupos de poder o con algunas poderosas empresas privadas de servicios públicos”. La advertencia es del presidente del Consejo de Administración de la Cooperativa Popular de Electricidad, Oscar Nocetti, en medio de la pelea del movimiento cooperativo con los grandes multimedios para brindar servicios de comunicación.
Nocetti fijó posición a través del artículo editorial que cada mes publica la revista “1º de Octubre”, que edita la CPE. Bajo el título “Tentaciones”, el dirigente lamenta que se puede “presumir qué harán los perversos si quienes tienen la responsabilidad de decidir sabiamente se rinden a los sobornos”.
En los últimos meses, y a partir de la sanción de la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual, las cooperativas vienen confrontando especialmente con los grandes grupos multinacionales y con el Grupo Clarín: en este último caso la pelea estalló en sus diversas formas en Santa Rosa. Sin ir más lejos, la propia CPE denuncia desde las páginas de su revista el “atropello al patrimonio de todos”, en referencia al abuso sobre las columnas de la ciudad para instalar redes de fibra óptica.
Nocetti pone como ejemplo de sus advertencias de sobornos una publicación del diario madrileño “El Mundo”, en el que cita que una gran empresa telefónica española habría pagado 7 millones de dólares en coimas a funcionarios argentinos: “Una escalofriante cifra para ‘convencer’ a quienes tienen más ambición que honestidad”, aseguró.
“Uno de los síntomas de que los sobornos están ‘operativos’ es la diferencia de tratamiento y exigencias a las que nos enfrentamos las cooperativas, cuando queremos brindar a nuestros vecinos servicios nuevos en competencia con algunas grandes empresas de televisión o telecomunicaciones”, ejemplificó.
Recordó que en el año 2004, el entonces secretario de Comunicaciones Guillermo Moreno “nos alentó a las cooperativas telefónicas a crear una empresa para brindar telefonía celular en competencia con Telefónica y Telecom. Las dos federaciones cooperativas que aglutinan las telefónicas (FeCoTel y FeCoSur) estructuraron la sociedad denominada ComerCoop y pusieron manos a la obra. Cinco años después todavía estamos esperando la frecuencia y las licencias correspondientes. Buscábamos operar en un nivel de igualdad con los operadores ya existentes. Nada ocurrió. La frecuencia en cuestión le fue otorgada a una empresa privada internacional. ¿Por qué? ¿qué pasó? ¿qué hizo cambiar de opinión a los funcionarios?”, interrogó.
Aclaró que “es cosa difícil aportar pruebas de sobornos”. Recordó que “en una ocasión denunciamos al ComFeR por coimas a través de un periódico de alcance nacional. El entonces interventor del ComFeR se rasgó las vestiduras y amenazó con un furibundo juicio al director del periódico y al presidente de la CPE. Cuando los defensores del ofuscado funcionario olfatearon las pruebas en contra de su defendido desistieron de seguir adelante. Ningún fiscal creyó necesario intervenir para juzgar las entonces presuntas ‘desviaciones’ de los funcionarios del ComFeR”.
El último párrafo de la exposición de Nocetti, asevera: “La CPE está luchando por obtener la licencia para brindar el servicio de televisión por cable que la nueva Ley de Medios Audiovisuales le habilita a tener. Veremos si ahora las cosas son distintas”.

Monopolios travestidos
En otro orden de cosas, y también desde la revista, Nocetti señaló: “Algunas empresas monopólicas de servicios públicos suelen fatigar con un repetido argumento: las cooperativas quieren tener los mismos servicios que damos nosotras para transformarse en monopólicas y en desmedro de la libre competencia. Le atribuyen a las cooperativas actitudes y prácticas que durante décadas esos grupos concentrados han desplegado en perjuicio de la población”.
“Aprovechando sus posiciones dominantes -denunció- han cobrado tarifas desmesuradas e impuesto condiciones leoninas a los usuarios”.
“Aquí esos monopolios también se trasvisten para confundir a los vecinos e intentan hacerles creer que las que tienen voluntad monopólica son las cooperativas y que ellos -los reales monopolios- son víctimas de la voracidad de las empresas solidarias. La CPE no le teme a la competencia y no pretende desplazar a las cableras para monopolizar nada”.
Nocetti añadió: “Nuestra cooperativa ha competido en la venta y distribución del gas en garrafas. Nos ha ido muy bien y no nos convertimos en monopólica. Lo mismo ha acontecido en la competencia de la CPE con la empresa multinacional que brinda Internet y telefonía fija en Santa Rosa/Toay. Los socios se pasaron a la Cooperativa por convicción y, además, porque pudieron comparar precios y calidad de servicio. Que los reales monopolios privados y con fines de lucro no hagan como los del cuento. Que compitan sin falsos discursos y no pongan palos en las ruedas de la CPE. La gente tendrá la última palabra. Y es con la gente que las cooperativas ganan”.

Publicado en: El diario de La Pampa

Textual:
Siguiendo la costumbre de MIRADA COOPERATIVA, adjuntamos el texto íntegro de la editorial de la Revista 1º de Octubre de la CPE que dió origen a la nota anterior.

Editorial (marzo de 2010)
Disfraces que no confunden

Algunas empresas monopólicas de servicios públicos suelen fatigar con un repetido argumento: las cooperativas quieren tener los mismos servicios que damos nosotras para transformarse en monopólicas y en desmedro de la libre competencia. Le atribuyen a las cooperativas actitudes y prácticas que durante décadas esos grupos concentrados han desplegado en perjuicio de la población. Aprovechando sus posiciones dominantes han cobrando tarifas desmesuradas e impuesto condiciones leoninas a los usuarios. Las estrategias de algunas empresas cableras que no quieren competir con las cooperativas me recuerdan una ejemplificadora historia inserta en una crónica de un viaje a Samarkanda y escrita por enviados del rey Enrique III. En esa crónica cuentan los viajeros que en iglesias de Armenia y de Grecia, cuando les llega algún gran pecador impenitente, lo visten de pies a cabeza con ropas de alguna orden religiosa y le cambian el nombre; de ese modo cuando el diablo lo busque no lo podrá reconocer y se confundirá con la nueva identidad. Aquí esos monopolios también se trasvisten para confundir a los vecinos e intentan hacerles creer que las que tienen voluntad monopólica son las cooperativas y que ellos –los reales monopolios- son víctimas de la voracidad de las empresas solidarias. La CPE no le teme a la competencia y no pretende desplazar a las cableras para monopolizar nada. Nuestra cooperativa ha competido en la venta y distribución del gas en garrafas. Nos ha ido muy bien y no nos convertimos en monopólica. Lo mismo ha acontecido en la competencia de la CPE con la empresa multinacional que brinda Internet y telefonía fija en Santa Rosa/Toay. Los socios se pasaron a la Cooperativa por convicción y, además, porque pudieron comparar precios y calidad de los servicios. Que los reales monopolios privados y con fines de lucro no hagan como los del cuento. Que compitan sin falsos discursos y no pongan palos en las ruedas de la CPE. La gente tendrá la última palabra. Y es con la gente que las cooperativas ganan.

Oscar Nocetti
Presidente del Consejo de Administración

Fuente: http://www.primerodeoctubre.com.ar/

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