jueves, 18 de marzo de 2010

Todavía no hubo un pronunciamiento acerca del plan "Argentina Trabaja"

En el Consejo Asesor Cooperativo de la provincia
de Buenos Aires están pidiendo diferenciar a
las cooperativas legítimas de las que no lo son…
Pernicone presiona para que se definan
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Escribe ROBERTO MOLINA
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En la reunión que realizó el Consejo Asesor Cooperativo de la provincia de Buenos Aires el jueves 11 de marzo, en cuyo transcurso el citado organismo debía pronunciarse con respecto a una declaración de apoyo al plan “Argentina Trabaja”, que fuera presentada por la Dirección Provincial de Acción Cooperativa (DIPAC) bonaerense, se escuchó alguna voz que ha solicitado que se establezca una diferenciación entre las cooperativas legítimas y las que no lo son.


Además, otros miembros no pudieron pronunciarse porque su entidad de grado superior no se había reunido para definir su posición. Otro integrante, en cambio, optó por no asistir a la reunión para evitar responsabilidades ya que la entidad a la que pertenece tampoco se ha definido.


La reunión de referencia se llevó a cabo en La Plata, en la Casa de las Federaciones Bonaerenses. Los representantes de las distintas federaciones y confederaciones abordaron aspectos referidos al plan Argentina Trabaja, debatiendo sus posturas con respecto al mismo. Luego de una hora de reunión, llegó Carmelo Pernicone, titular de la Dirección Provincial de Acción Cooperativa.


El funcionario provincial llegó con la idea de llevarse bajo el brazo el texto de la declaración de apoyo al plan “Argentina Trabaja”, pero su tuvo que ir con las manos vacías. Pernicone había enviado al Consejo Asesor, para su aprobación, un documento titulado “Declaración de Reconocimiento al Programa Argentina Trabaja”, con un texto sumamente confuso, que prácticamente es inentendible.


Como no podía ser de otra manera, dentro del Consejo Asesor quien motoriza e impulsa su aprobación es la doctora Nélida López, de Fecootra, la entidad que está manejando los 161 millones de pesos que en concepto de subsidio le entregó el INAES, mediante la desaparecida Resolución 5188/09. Fue la citada profesional quien solicitó a los presentes el apoyo y respaldo correspondiente.


La doctora López, en un escrito que lleva su firma, hace referencia a los 1.300 pesos que van a cobrar los miembros de estos grupos laborales y también destaca lo que ella considera que es un “trabajo cooperativo”. Asimismo, cita como ejemplo a “las cooperativas que recuperaron empresas”, como si estos grupos laborales fueran a transitar ese camino (¡¡??).


Carmelo Pernicone tomó la palabra para defender el documento enviado por su organismo provincial, apelando a diversas argumentaciones. Y acto seguido, pidió una definición sobre el particular a los integrantes del Consejo Asesor. Concretamente, los apuró para que se definan.


Seguidamente habló Pedro Korolkov, en representación de Cooperar. El dirigente bonaerense se excusó de formular un pronunciamiento, alegando que su entidad de tercer grado aún no había realizado su reunión mensual y, por lo tanto, todavía no tenía posición asumida. El hombre perdió la oportunidad de quedar bien, anticipando la posición favorable de la Confederación Cooperativa de la República Argentina.

En este sentido, Korolkov no hubiera tenido posibilidad de equivocarse si anticipaba el apoyo confederativo, teniendo en cuenta que Patricio Juan Griffin, presidente del INAES, acaba de efectuar una visita de cortesía a la sede de Cooperar… Como herramienta de trabajo, el funcionario nacional llevó la chequera y le dejó al sonriente Edgardo Form nada más y nada menos que 2.500.000 pesos. La pregunta es: ¿Cooperar se va a abstener – no digamos oponerse – de apoyar al programa Argentina Trabaja?


Le hubiera correspondido hablar a Osvaldo Cepeda, en representación de la Federación Argentina de Cooperativas de Electricidad (FACE). Pero este dirigente prefirió eludir su responsabilidad pegando el faltazo a la reunión. Es lógico: su entidad de segundo grado está esperando que le baje líneas la confederación, para recién después definirse. Algo así como la obediencia debida…


Y el doctor Miguel Angel Giraudo, de Coninagro, fue quien puso un poco de sentido común en esta “apretada” para obtener la definición de apoyo del Consejo Asesor Provincial bonaerense. El coordinador de la entidad del campo propuso la construcción o elaboración de una acción alternativa superadora al documento presentado por la DIPAC.


Pero lo positivo de esta postura, es que la misma es compartida por varios de los integrantes del mencionado Consejo. Naturalmente, ninguno de los miembros de este organismo está en contra del programa Argentina Trabaja, ya que sería absurdo oponerse a la generación de empleo. Pero casi todos son coincidentes en la necesidad de establecer una diferenciación, con el objetivo final de que no se produzca una deformación del sistema cooperativo, como ya está sucediendo.


Finalmente, todo parece indicar que del Consejo Asesor Provincial saldría una declaración respaldando la participación de Fecootra en el programa Argentina Trabaja, pero planteando alternativas mejoradoras del mismo, buscando formas jurídicas alternas para aquellos proyectos que no se correspondan con la naturaleza ni características de las empresas cooperativas.


Conclusión: esto sería una forma elegante de expresar apoyo al hecho de dar trabajo a la gente que no lo tiene, pero señalando la disconformidad con que se utilice la denominación de “cooperativas”. Seguramente, al señor Pernicone no le va a provocar satisfacción, pero si al movimiento cooperativo bonaerense.


18-MARZO-2010

Transcripción textual: http://www.prensacooperativa.coop/
Foto: Mirada Cooperativa

Seguimos informando de las idas y vueltas que tiene el programa del Gobierno nacional para generar puestos de trabajo mediante la conformación de cooperativas. Si bien creemos que el flagelo del desempleo y la pobreza que afectan a muchísimos más compatriotas de los que el INDEC reconoce, debe necesariamente ser encarado mediante medidas de "equilibrio interventor" por parte del Estado, ya que esa es uno de sus principales funciones modernas, coincidimos con Roberto Molina en que se debería utilizar otra figura asociativa que no sea la cooperativa de trabajo. El mal uso de esa institución, prácticamente sagrada para los cooperativistas, podría llevar a que el sector cooperativo entero quede atado a un mecanismo que en realidad es estatal. Que el gobierno pague a los trabajadores mediante desembolsos directos en cada cuenta particular, con seguridad implica un salteamiento de la independencia de cada entidad que se cree. Por mucho menos que eso, diversos gremios y buena parte de la doctrina jurídica vigente, ha considerado que existe allí "fraude laboral".
Así como está mal que el Estado pague salarios a sus dependientes en negro, o no remunerativos o cosas por el estilo, también está mal que se pretenda usar la figura cooperativa para generar puestos de trabajo que en realidad son dependientes o son subsidios.
Durante la década de los ochenta, otro gobierno democrático, fomentó la creación de miles de cooperativas de vivienda que canalizaban créditos del Banco Hipotecario y que pocos años después habían desaparecido en su gran mayoría, sin haber creado entre sus otro integrantes vocación, educación, ni cuadros dirigentes cooperativos.
Desde MIRADA COOPERATIVA decimos: Si a la ayuda de parte del Estado a nuestros hermanos pobres o desocupados, no a la creación de supuestas cooperativas, que podrían ser otro tipo de asociaciones.

Rodolfo Santecchia



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