lunes, 29 de marzo de 2010

El fútbol ya no tiene publicidad y es una herramienta de campaña

Por: Martín Bidegaray

Antecedentes: presupuesto y reasignación de partidas
Fue el sábado 27 de febrero. Néstor Kirchner estaba mirando la transmisión del partido de su amado Racing Club, que terminó perdiendo 1-0 en el clásico con Independiente. Además del resultado adverso y del escaso juego de la "Academia", hubo un aviso de 40 segundo de la provincia de Buenos Aires que molestó al ex presidente. El "spot" se refería a la lucha contra la droga. Tras cartón, venía uno de las propagandas con los que Gobierno arremetía contra los jueces que dictaron medidas sobre la TV por cable (que no gustaban al Ejecutivo).

Kirchner llamó por teléfono a Aníbal Fernández y le ordenó que retirara del aire cualquier aviso que no fuera de la gestión de su esposa. Al día siguiente, cuando se completaba la sexta fecha, ni una pieza de anunciantes privados (ni de Scioli) apareció en el "Fútbol para todos", de canal 7. Eran todos spots de Presidencia, mechados con algunos del Mercado Central y Radio Nacional. Aunque unas pocas marcas tenían interés en salir en las tandas de los partidos, eso no fue posible. Se acabó la publicidad privada en el fútbol. Ese espacio se transformó en una herramienta más de la campaña de comunicación del Gobierno.


El lunes, los anunciantes llamaron a Jefatura de Gabinete para saber qué había pasado. Les contestaron con una carta: "El programa Fútbol para todos no emitirá más avisos con su marca".


Así, la estatización de las transmisiones televisivas sumó un nuevo capítulo: el Estado ya no recupera lo invertido. Desde la séptima fecha, ninguna empresa -salvo Iveco, único sponsor del torneo- puso un peso en las transmisiones. El Gobierno gastó $ 800 millones desde que estatizó el fútbol aunque algunos arriesgan que esa cifra ya excede los $ 1.150 millones.


La incorporación del auspiciante también trajo polémica. Se habló de $ 7 millones, cifra que en Iveco niegan. Pero tampoco fue en efectivo: el Gobierno recibirá camiones. En la automotriz no hicieron comentarios al respecto. "Antes, la AFA negociaba los sponsoreos. Pero Grondona delegó esa facultad en Jefatura de Gabinete", detalla Gerardo Molina, de la consultora Euromericas, especializada en marketing deportivo.


Lejos parecen haber quedado los enunciados del Ejecutivo como que "el producto fútbol tiene que producir tanto beneficio que no debe costarle ni un centavo al Estado". Es que hoy los objetivos parecen otros. "El Fútbol para todos se convirtió en una campaña política", dice el consultor Molina. Las tandas durante los partidos, así, se transformaron en un espacio de poder.


En 2009, el Estado desembolsó $ 227,5 millones a la AFA por derechos del "Fútbol para todos". Y gastó otros $ 1,64 millón por cada fecha transmitida. Esos números no incluyen sueldos de los periodistas: un relator ganaría $ 150.000 al mes. Ese año salieron del erario público al menos $ 260 millones, mientras que los ingresos fueron -en el mejor de los casos- de $ 17,3 millones en publicidad.


Este año, la cosa viene aún peor. El mayor anunciante privado del torneo (Movistar, con una inversión de $ 7 millones) fue dado de baja en la sexta fecha. Lo mismo sucedió al banco Credicoop y al vino Toro.


En 2010, la Jefatura de Gabinete de Ministros reorientó una partida de $ 144 millones que iba para las provincias y municipios e irá a "Fútbol para todos". Ya le pagó otras dos cuotas de $ 45,45 millones a la AFA (casi $ 91 millones).


En Torneos y Competencias (junto con Grupo Clarín conformaba Trisa, que tenía los derechos antes del Estado) dicen que se está gastando $ 1 millón más por cada fecha que en la época privada. En lo que hace a los gastos de transmisión, la licitación para 2010 coronó a La Corte como adjudicataria de subir las imágenes al satélite del 7 y los zócalos durante los partidos. La firma, favorita de los Kirchner a la hora de filmar los viajes presidenciales, recibirá $ 26,49 millones por los partidos de 2010. En 2009, ya habían ganado ese concurso.


En cuanto a los móviles y cámaras, en 2009 fueron para VTS. El concurso de este año todavía no se definió, pero se cree que iría a las mismas manos (Ramiro Nieto es la cara visible del grupo) con un presupuesto de $ 35 millones.


"Quiero pautar y no me dejan", decía días atrás, el presidente de una multinacional por el Boca-River. La idea de recuperar la inversión pública quedó en la nada.

Fuente del artículo:  ClarínOtros links en Clarín: El país que se ve entre gol y gol


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