Según el INDEC, en la mitad de las familias argentinas ingresan menos de $ 2.670 por mes.

Los datos sobre el ingreso, en una Argentina desigual indican que 14.981.000 personas ocupadas (obreros, empleados, profesionales, cuentapropistas o patrones) ganan en promedio $1.869 por mes, o sea algo menos de 482 dólares.

Esto es lo que dice el INDEC para el cuatro trimestre de 2009, por tanto, dado la baja credibilidad que presentan las estadísticas oficiales, la situación podría ser peor.

Según el informe oficial los ingresos se distribuyen así: el 70% -casi 10,5 millones de personas- gana menos de $ 2.000 por mes y recibe el 42,3% de la torta. El 30% restante se apropia del 57,7 de los ingresos. Esto no hace sino confirmar el famoso principio de Paretto, también llamado del “80/20”.

Como diría Perón, “mientras los salarios suben por la escalera, los precios lo hacen por el ascensor”. Así en épocas de inflación creciente y de dos dígitos como la actual, llega un punto en el cual cualquier intento del sector más humilde de la población por recuperar parte de su participación en el PBI se licua frente al alza de los precios.

Además, la estructura del empleo, que recuperó la informalidad desatada luego de la gran crisis de 2001/02, hoy está nuevamente muy alta, ya que existen unos 4.100.000 trabajadores que no están registrados (en negro).Esa cifra revela que el 36 % de los asalariados (excluyendo a los 3.585.000 profesionales, autónomos y monotributistas) no integran el mercado formal de trabajo, que asciende a unos 11.415.000 personas.

En ese sub sector, se encuentran los trabajos menos calificados, como changarines, empleadas domésticas y vendedores ambulantes. De esta masa de argentinos, la mitad cobra menos de $ 1.000 mensuales.

Sin embargo, lo más grave del análisis, es que un enorme sector es pobre aunque esté trabajando. Al analizar la escala salarial surge que la mitad de los ocupados -7,5 millones- gana menos de $ 1.500 mensuales. Eso es menos del valor de una canasta familiar básica.

Como siempre decimos, a las estadísticas se las puede torturar hasta hacerles decir lo que uno quiere, sin embargo, estos números son elocuentes del real grado de desigualdad actual de la sociedad argentina. Y esto usando los números del INDEC…

Fuentes consultadas:
INDEC
Diario Clarín 01/03/2010. (Artículo de Ismael Bermudez)