Don Julio nunca lo supo, pero sus palabras, esas que le transmitía a quién sabe quién, fueron escuchadas por más de uno. Mauro Viale conduce la tira "Los dueños del silencio", por Rivadavia.
Mientras el presidente de la AFA se encontraba en Munich, a la espera del partido de la Selección ante Alemania, un cronista de Mauro comenzaba a contarle a la audiencia cómo formaría el equipo de Diego. “Romero, Otamendi...”, arrancó. Pero enseguida Mauro lo interrumpió. “Está Grondona, desde Munich”, dijo el conductor. Y comenzó a a intentar hablar con él. Claro, don Julio nunca se enteró y siguió en lo suyo. Así fue el “diálogo” de Grondona con Viale:
Mauro Viale: “Ahí vamos con Julio Grondona. Hola Julio... Hola...”. Sin embargo, Julio nunca respondió y siguió en su conversación privada.
El periodista, no conforme, siguió insistiendo. “Hola... Julito.... Hola, Julio... Julio.... Grondona... Julio, ¿me escuchás?”, preguntó Viale. Y enseguida se dio cuenta que el máximo dirigente de AFA no le respondía. “Está hablando en privado, parece”, deslizó Mauro. Y en ese momento, en medio de un bullicio generalizado, se escuchó la voz de don Julio (siempre hablando en privado, aunque al aire). “Todo el mundo pensaba que Clarín me arreglaba y entonces Grondona iba y lo resolvía pero yo no tenía a nadie atrás. Digan que apareció esta mujer... el marido no se salva tampoco porque es un cagón”. Hubo un silencio y el cronista siguió, tratando de tapar lo que todos escuchaban: “Bueno, Romero, Otamendi, Demichelis...”. Cuando terminó de dar la formación, Viale no quiso quedarse ahí e insistió. “¿De qué mujer hablaba Grondona?, preguntó. “No saquemos de contexto la charla”, respondió uno. Y Mauro retrucó: “Tengo veinte años escuchando entrevistas... Grupo Clarín, conflicto con la televisión... Todos sabemos que hablaba de la Presidenta”.
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